Poderoso
"Yo soy el Señor, Dios de todo ser viviente, ¿acaso hay algo que sea difícil para mí?
(Jeremías 32:27).
Para Dios no hay nada difícil. Es nuestra actitud de fe, la obediencia, la sumisión a su palabra y el constante sacrificio, que hace que él se vuelve para nosotros, concediéndonos hasta lo imposible.
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