El Perdón

Que el Señor pague a cada uno según su justicia y su lealtad, pues el Señor te había entregado hoy en mis manos, pero yo no quise extender mis manos contra el ungido del Señor. Del mismo modo que tu vida ha sido estimada preciosa hoy a mis ojos, así sea mi vida a los ojos del señor y me libre de toda aflicción. (1 Samuel: 23-24)

Davíd tenia el corazón como el de Dios, su corazón era limpio y puro, sentía un amor tan grande por sus enemigos, que logro perdonar a Saúl siendo que Saúl lo buscaba para matarlo, el no permitió ensuciarse las manos de esta manera, no le pago con mal y si con bien. Y es así que debemos obrar con aquellos que nos hacen daño, porque la justicia viene de Dios.

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