Señales
Pero cuando os trajeran para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
(Marcos 13:11)
Los sellados con el Espíritu Santo están dirigidos por él y es él el que coloca las palabras en nuestra boca para hablar, aún en los momentos de persecución.
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