Cuidado

"No te unas al iracundo ni te acompañes del irascible no sea que aprendas sus costumbres y pongas trampa a tu propia vida". (Proverbios 22:24-25).

Debemos tener cuidado de las personas con las que estamos tratando y con quien nos envolvemos, ellas pueden conducirnos a perder la salvación de nuestra alma.