La Puerta.

La puerta por la que un día soñe entrar.

Nunca la olvidaré. Ese día que entre por ella, al Santo lugar, mis lagrimas no paraban de ser derramadas por mi rostro, soñaba un día entrar por ella, era tanto mi deseo que imaginaba estar presente alli y pensaba si algun día no llegase a estar allí y entrar por esa puerta, buscaba transportar mi mente a ese lugar y entrar por ella, la puerta que un día vi construir en vivo cada paso, aveces perdia la transmisión y vivia pendiente de como se construía dia por día, queria ver todo terminado hasta que se llegó el día pero nunca pensé que así como veia momentos en que era construida, llegar a entrar por ella con mi vida queriendola tambien construir de nuevo, nunca pense llegar a entrar por ella cansada y sin fuerzas, abatida, triste queriendo nuevamente el perdón de Dios y renacer de nuevo, es como si hubiese sido construída especialmente para mí, sin merecer para que cuando entrara por ella, en mi, renaciera el temor y reviviera mi ser. 

Nacer de nuevo es lo que queria, volver a reencontrarme con el Señor como cuando tuve mi primer encuentro con él.

Solo los que entran por esa puerta viven esa experiencia de la santidad que hay desde que llegas a ella para entrar al Santo lugar, es así que quedó grabado en mi memoria el haber estado allí y entrar por ella.

La puerta que Dios me abrió para renacer de nuevo y empezar a vivir una nueva vida en su presencia.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Apocalipsis 3:20