Tu voluntad
"Enséñame a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud" (Salmos 143:10)
Nunca permitas desfallecer en el camino que conduce a la salvación, manteniendo esa llama del Espíritu de Dios encendida, quien decide que ella se apague somos nosotros mismos, pero cuando no desmayamos y perseveramos, él nos da la dirección de hacer su agradable voluntad.
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