Espera por un milagro?
Cierto día un hombre se hallaba sobre el tejado de su casa durante una inundación. El agua subía hasta llegarle a los pies, cuando pasó un hombre remando en su canoa y le gritó:
-Señor, quiere que le lleve a un lugar más alto?
-No, gracias. Tengo fe en el Señor y El me salvará.
Poco después, cuando el nivel del agua le llegaba ya al cuello se acercó a el un helicóptero.
-Amárrese de la cuerda y yo lo subiré! gritó el piloto.
-No, gracias. tengo fe en el Señor y El me salvará.
*Desconcertado, el piloto dejó a el hombre en el tejado casi cubierto por las aguas. Al cabo de dos horas de permanecer en el sitio, el pobre hombre, exhausto, no pudo resistir más. Se ahogó y fue a recibir su recompensa final.
*Seguramente por vuestras vidas han pasado muchas oportunidades como las de este hombre y no hemos querido verlas porque es más sencillo recibir la solución del cielo, esperar un milagro, sin comprender que el milagro está en nosotros mismos que del cielo difícilmente ha de llegar.
Para ver acontecer los milagros en nuestras vidas es necesario hacer nuestra parte, tomar una actitud de fe y coraje para así ver los resultados de aquello que queremos.
Bediciones!
Bediciones!
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