Será feliz!

"Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos"
(Salmos 84:5)
Nunca olvidemos que nuestra fortaleza esta en Dios y no en nosotros mismos, cuando obedecemos su palabra, y la practicamos, pasamos a tener un corazón como el de él. Podemos estar pasando por las peores dificultades pero si el mora en nosotros, nuestro interior va a estar en paz y feliz.

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